martes, 28 de agosto de 2007

Cuando el garbo aterra

Un par de tacos y una muy discreta capa de make-up no te convierten ni en travesti, ni en mujer. En que entonces?. Bueno, de partida en patuda y fuertona, y si le agregas una buena dosis de couture, podrías pasar el level de clubkid , en una hija del queer, de esa rebeldía colizona, de esa respuesta porfiada frente a los obsoletos perfiles masculino y femenino inventados por la civilización y que nunca han estado inscritos en la naturaleza humana.

Es toda una hazaña pasar de chico a webea, de webea a trave, de castaña a rubia o de delgada a anoréxica. Cambios que manejas una vez que conoces muy bien tus estados anímicos, tus rasgos, tu talla and the latest trends que Vogue publica.


El reconocimiento que recibes por el estilo que tienes es muy gratificante. Ser bendecido con ese don se agradece, pero a veces sinceramente quisiera deshacerme de esa parte de mí. Es verdad, no hago ningún esfuerzo por montar todo ese excéntrico folklore travestucho sobre esta pelagata maniquí. Pero agota. Lamentablemente naces así. Naces con el garbo y debes aprender a vivir con eso.

Es fácil identificar esta maldición en otras personas y una vez que lo haces, debes establecer lazos. Ahora, cuidado con los impostores. La otra noche un chico me engrupía y me contaba que estudiaba diseño de vestuario. Durante la conversación le comenté que el vintage me enloquecía. Que es el vintage?, me pregunta como si nada. Besaba bien de todos modos, pero no podía sacarme de la cabeza semejante atrocidad y tuve que escapar.

Chic, glamour, estilo, trends, garbo son conceptos muy abstractos, suenan atractivos, pero aterran muchas veces. It’s hard to be an aesthete today. It’s a lonely life.

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