martes, 24 de julio de 2007

Calzones 3 x 1000

Sentado sobre mi cama con mis piernas estiradas y mientras sacudía ligeramente los dedos de mis pies para ayudar a que se secara el esmalte de mis uñas, enchulaba una polera con el fin de usarla esa misma noche. Terminado eso, seleccioné unos temas en Winamp y me preparé para otra noche más.

Salí a la calle diciéndome,es casi seguro que hoy me va a ocurrir algo especial. El origen de semejante presagio no lo sabía exactamente, pero fue algo que sentí, como un fuerte latido.

Pero más fuerte era yo, con tanta pluma encima, tan dragga y yo tan como si nada.

¿Y tu como te atreves a salir con ese escote?.
¿Y tu como te atreves a tocar mi hombro?.
Llegaste recién?.
Si.

Era un viejo amigo, al que abracé muy fuerte después de mucho tiempo sin verlo. Nos pusimos al día con nuestras vidas. Que la calle está cada día peor, que la competencia con las putas está que arde, que yo de chica nunca me imaginé en la calle...pah na, que la otra noche un cliente me compró mis calzones a veinte lucas…así que ahora ando con unos de repuesto…mira te gustan?, son lindos…
De la mesa del lado me miraron algo estupefactos.

Ay!, guarda eso, me dice mi amigo avergonzado.
Ay!, si son lindos, tres por mil en Patronato...que me puse más teta, que me saque porque era mucho, que mañana tengo una fiesta…tu crees que botas cafés van bien con un sobre rojo Fifth Avenue?, que definitivamente me tengo depilar con láser porque he gastado millones en depilación, oye sabes donde más rápido me crecen?.

Si te invito a un trago te callarás un rato?.
Le sonreí con una mueca burlona. Que sean dos porque me tengo que tomar unas pastillas, le dije mientras guardaba mis pantaletas y buscaba un papelillo.

Cualquiera pensaría que te lo estoy mamando. Le comenté cochina y bien volá a mi amigo sentado en el inodoro, mientras quemábamos un caño dentro de un diminuto baño.
Pero habla algo po, le dije simpática.
Es que estoy muy volado, tan buenos de donde los sacaste…
Bah!...cuentame algo po.
Eh, estoy produciendo una fiesta. Fiesta Flash!.
Que entrete, y donde será?.
No lo sé aún, te animas a preparar algo para esa noche?.
Un show?!, y mis ojos brillaron.
Se te ocurre que hacer?.
Ah si. Umbrella de Rihanna. La cachai?.

Y la tranquilidad de nuestra marihuanera conversación se ve interrumpida por unos fuertes golpes en la puerta.
Oh sorry, pensé que era el baño de mujeres, se disculpa una tipa de escasa vanidad.
Si, es el de mujeres, le responde mi amigo algo ruborizado.
La otra va la echar la mea con el mejor buqué, mire para atrás, y la tipa me miró con tremendos ojos.

jueves, 5 de julio de 2007

Mi chico era una spice

Al llamado de una noche de marcha hay que acudir de acuerdo con la invitación. Sin embargo, hay veces en que la invitación te la pone algo difícil. “Open Mind” era el nombre del carrete y en el flyer aparecía un chico vestido a lo sado, deduje que la temática de la fiesta seria de esa onda. Pero que dilema!, de partida en mi closet no tenia mucho accesorio sado, ninguno de hecho y por otro lado vestirse así lo hallaba un poco too much. Ya no estábamos en el año 1992 en pleno renacimiento del sado gracias a mi chiquilla y su libro “Sex”. Estos eran otros tiempos y no estaba dispuesto a protagonizar un crime-of-fashion.
Aposté por algo distinto, as usual, algo más autentico, más o-sado que sado. Mi statement para esa noche se dejo llevar por el particular leit-motiv de mi estilo post-trans. Así me sentía seguro. (Una breve hojeada a Vogue nunca está demás)(Ayer perdí mi Vogue Latinoamérica del mes de junio en el metro).

Ya en el club, busque en el camarín a mi novio. El espacio era muy reducido y había mucha gente transformándose para el show. De todos modos, el denso aroma a maquillaje y a laca lo hacía muy acogedor. Cinco chicas travestidas para revivir a los Village People y cinco chicos travestidos del grupo pop de moda de esos días. Y vaya que distinto era ver a mi novio en los ensayos marcando la coreografía spice, que a ratos yo le corregía, y ahora verlo arreglando los últimos detalles travestis que le exigía la Halliwell. Mientras, yo bajaba una botella de ron con Mel-b, un guapo cubano moreno muy muy alto.

Desperté sin saber donde estaba. Era de día, porque había luz. En mis tímpanos aun me retumbaba el sonido de anoche. Abrí algo mis ojos y pude ver tirados en el suelo una peluca colorina furiosa, un corsé negro, un par de bucaneras rojas y mil panties. Recordé que estaba en la casa de mi novio, solté un suspiro de alivio, gire mi cabeza a mi derecha, él aún dormía profundamente. Alce mi pecho y lo contemple por algunos segundos.
No se había sacado muy bien el maquillaje, algo de iluminador en sus ojos y una fina de capa de labial en su boca era lo único que quedaba de la spicegirl que anoche me había deslumbrado, lo besé en la esquina de sus labios sintiendo su barba que ya crecía. Apoye mi mejilla en un lugar más fresco de la almohada y dormí unas par de horas más.